• El ingreso al estacionamiento es totalmente libre, sin ningún tipo de restricción, lo que obliga al operador a mantener una central de monitoreo que controle los ingresos falsos y que corrija aquellos ingresos válidos pero que por el margen de error en la lectura de las placas no logró un registro satisfactorio.
• El criterio y asertividad en esta tarea queda 100% ligada al operario(s) designados para dicha actividad, por lo tanto, se recomiendan labores de auditoría más frecuentes.
• Es indispensable que el carril de motos sea totalmente independiente, ya que la lectura de placas es diferente a la lectura de placas de un vehículo y el margen de error es mucho más alto, incluso en este tipo de carriles es más recomendable mantener un sistema que entregue un comprobante de ingreso.
• En caso de una falla con el sistema NO hay un plan de contingencia, por ejemplo, con los sistemas que entregan un tiquete de código QR al ingreso en caso de una falla, este código todavía permite que el usuario cancele en cualquier punto de pago o si la falla es muy grave implementar una operación Manual, pero con datos que permiten generar liquidaciones manuales reales. En este caso si el sistema falla, sobre todo al ingreso, no hay forma de tener un control sobre los vehículos que han ingresado a menos que se cuente con un sistema de apoyo paralelo que también sea LPR (como un sistema de guiado con cámaras).
• Aunque los sistemas de control de acceso NO implican seguridad, si son una herramienta de apoyo para la misma, en este caso cualquier persona que tenga la posibilidad de encender el vehículo y sepa la placa de este, podrá cancelar el servicio de estacionamiento y salir cumpliendo el ciclo normal de la operación. El único soporte con el que cuenta el usuario es la “imagen” del ingreso donde se valida que era él el que iba manejando y no otra persona.
• El trabajo de la persona de monitoreo y el personal operativo en el estacionamiento se incrementa, ya que a la salida se pueden incrementar las novedades (a parte de las ya presentadas en la entrada) algunas de estas son:
• El no pago del estacionamiento, ya que el usuario asume que no hay cobro porque no tuvo un comprobante de ingreso que le indicara las condiciones del servicio.
• Usuarios que, al momento de pagar, se equivocan al digitar su placa y terminan pagando el estacionamiento de otro usuario.
• Unido al punto anterior, normalmente estos sistemas muestran imágenes de varios vehículos asociados a placas similares y el usuario termina escogiendo el vehículo que no es.
Lo anterior puede generar una gran insatisfacción en el usuario, teniendo en cuenta que esto sólo está asociado a novedades comunes y diarias de la operación y no a posibles fallas técnicas del sistema, las cuales también harían parte de este paquete.
• Con el margen de error que TODO sistema puede temer en especial, el sistema de LPR, ya que depende de factores externos tales como: iluminación, ubicación y estado de las placas, tipo de fuente en la placa o alteraciones en la misma, los usuarios frecuentes o mensuales que ingresan con la placa pueden generar registros errados en el sistema, ya que si la cámara modifica alguno de los dígitos de la placa lo registrará como un usuario visitante y no como un abonado, situación que sólo será perceptible al momento de la salda. Finalmente, la percepción a nivel de innovación y tecnología es válida, junto al ahorro en suministro, pero todavía hay muchas brechas por cerrar para que, a nivel operativo, esta si sea una solución óptima. En este sentido recomendamos que a nivel de tecnología se mantenga una solución híbrida, es decir:
• Que el ingreso se realice manteniendo la opción del comprobante de ingreso o la opción de ingresar con la placa utilizando medios tecnológicos como las aplicaciones donde mediante un registro previo, el usuario puede entrar, salir e incluso pagar su estacionamiento, sin la necesidad de recargar la responsabilidad operativa.